lunes, 28 de noviembre de 2011

Gastronomía y Educación: el caso Peruano



Por: Sandor G. Lukacs de Pereny

El Perú es reconocido por su rico legado histórico y cultural. De hecho, el turismo representa nuestra tercera fuente de divisas. Dentro de esta actividad también se está abriendo camino un nicho de “rico” legado culinario. Y es que en la actualidad -según datos de agencias de viajes y encuestas realizadas por instituciones públicas relacionadas al turismo- se  ha constatado que nuestro país se está convirtiendo en un atractivo polo para el desarrollo del turismo gastronómico sustentado por el 95% de turistas que afirmaron haber estado satisfechos con la calidad de la comida nacional y un 15% que sostuvo que la gastronomía peruana fue una de las razones que los motivo viajar al Perú.(1) Recordemos que los turistas gastronómicos buscan continuamente propuestas suculentas e innovadoras. He aquí una gran oportunidad de mercado interno/externo.

I.                    Un sabroso capital cognitivo que justifica una necesaria profesionalización
Decididamente la gastronomía peruana posee una marcada identidad reflejada en su biodiversidad, climas, tradiciones y crisol de razas. Estos elementos han permitido la construcción de una suerte de “personalidad culinaria nacional”. Si nos centramos en el sector de restaurantes y/o en establecimientos de expendio de alimentos y bebidas, podremos concluir que el actual crecimiento del “boom gastronómico” decididamente requerirá cada vez más de mano de obra calificada, competente y proactiva. Bajo este punto de vista, el caso gastronómico peruano aún evidencia  serias carencias integrales en materia de servicio, manipulación de alimentos y/o de administración y gestión de restaurantes. Justamente, toda la riqueza y sapiencia gastronómica amerita un esfuerzo consensuado por educar a las nóveles generaciones para que éstas -en un futuro- puedan reemplazar a aquellas empíricas.
Un activo renovable como es la gastronomía peruana, dotada de genuina riqueza y proyección, sin duda demandará una comprometida inversión de tiempo y recursos por parte del sector estatal y empresarial con miras a una equitativa descentralización educativa que pueda afiatar a tan importante sector. En otras palabras, sobran argumentos para que la actividad gastronómica en el Perú obtenga el rango y reconocimiento de profesión para merecidamente consolidarse como toda una carrera universitaria integral al mismo nivel de aquellas tradicionales.

II.                  La educación gastronómica en el Perú y el actual “menú” académico
Al crecer los negocios, crecen las necesidades y por ende, aumenta la lógica demanda por una mayor y mejor mano de obra calificada como lo mencionamos anteriormente. Inicialmente esta situación motivó la pronta proliferación de centros educativos ofreciendo las carreras de arte culinario, cocina, bar, panadería, pastelería, administración de restaurantes y afines. Cabe subrayar que en marzo del año pasado se habían registraron 83 centros de enseñanza gastronómica en todo el país de los cuales 50 de ellos están ubicados en Lima (concentrando 5 universidades y 18 institutos superiores)(2) totalizando 50,000 estudiantes repartidos en las especialidades previamente detalladas. No obstante, es necesario precisar que en materia educativa, es el sector privado quien ampliamente domina la educación gastronómica nacional ya que el Estado peruano está prácticamente ausente. Por otra parte es justo señalar que existen centros de enseñanza masivos que ofrecen pensiones muy bajas (pero atractivas) que no necesariamente garantizan una adecuada calidad de enseñanza. Queremos creer que será la competencia o selección natural la cual finalmente privilegiará a aquellos profesionales con óptimas competencias.  

III.                El nuevo perfil del cocinero/administrador y los retos del Siglo XXI
Una adecuada educación nos permitirá  dejar de ser un país “en desarrollo” para apostar en convertirnos en una nación “desarrollada”. En vista de ello, y, teniendo en cuenta lo importante del giro de alimentos y bebidas en el Perú, el perfil de los cocineros y/o administradores relacionados a este rubro deberá saber responder a las demandas y exigencias de un exigente y evolutivo mercado mundial. En vista de ello, presentamos cuatro características del perfil que a nuestro juicio deberá poseer el nuevo profesional gastronómico, más allá de su capacidad y conocimientos culinarios y/o administrativos. Se necesitarán:

·       Profesionales especialistas en temas de sanidad e higiene alimentaria
El caso peruano demanda con suma urgencia profesionales que dominen, apliquen y garanticen la inocuidad alimentaria de sus productos. Ello lógicamente mostrará a los clientes (especialmente al turista extranjero) que comer fuera de su país no debe implicar un riesgo, sino una oportunidad de placer.

·        Profesionales con conocimientos de nutrición
Cocinar no deberá únicamente privilegiar la buena apariencia e insuperable sabor. El profesional gastronómico que nuestro país demanda deberá ser capaz de integrar la nutrición como parte sustancial en la composición de su abanico culinario.

·       Profesionales con visión descentralizada e inclusiva
La diversidad de la gastronomía peruana se sustenta en la multiplicidad de etnias, regiones y climas. En tal sentido, el futuro profesional de la gastronomía peruana deberá ser capaz de insertarse e interactuar en distintos (y distantes) entornos geográficos y socio culturales, especialmente si queremos desarrollar una gastronomía rural que sea inclusiva y que brinde oportunidades laborales para todos.

·       Profesionales que salvaguarden la sostenibilidad
Un restaurante o establecimiento de expendio de alimentos y bebidas deberá ser contemplado como una unidad de negocio responsable que genere riqueza respetando tanto los recursos naturales como el entorno en el cual deba operar. Es por ello que deberemos inculcar a los nuevos profesionales una cultura y conciencia pro-sostenibilidad para que sean ellos quienes se encarguen de preservar la biodiversidad y los ecosistemas de donde obtengan la preciada y deliciosa materia prima.

Finalmente, estamos convencidos que la educación en materia gastronómica en el Perú al rango de carrera universitaria está ampliamente justificado. Nuestra sociedad deberá optar por actividades renovables que permitan la participación de todos los sectores sociales y, bajo esa premisa, la gastronomía es quizá la más inclusiva y renovable de las industrias.


(1)   Fuente: Perfil del Turista Extranjero 2009, PromPerú. Lima, 2009.
(2) Fuente: Informe de Escuelas de Cocina Ordenadas Alfabéticamente, Sociedad Peruana de gastronomía (APEGA) Lima, 2010.

http://www.chefandhotel.cl/images/Revista53.pdf












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