martes, 12 de abril de 2011

Café Orgánico “Oro Verde”: Inclusión Rural con sabor a Desarrollo Sostenible


Por: Sandor G. Lukacs de Pereny

Ubicada en la ciudad de Lamas(1), región San Martín, se encuentra la “Cooperativa Agraria Cafetalera Oro Verde" (2) fundada ya hace más de doce años por 56 familias de campesinos que decidieron agruparse con el fin de integrarse a la legalidad a través de cultivos orgánicos como el café y cacao en reemplazo de la hoja de coca. En la presente entrega conoceremos cómo iniciativas rurales  de emprendimiento agrícola  -en paralelo a un adecuado soporte técnico-financiero-  pueden representar alternativas de sostenibilidad y desarrollo inclusivo.

Es verano en el Perú y la ciudad de Tarapoto amanece nublada con una intermitente lluvia. Son aproximadamente las ocho de la mañana y luego de un breve desayuno partimos rumbo a  Lamas para dar inicio a nuestra aventura.
Luego de casi 40 minutos de viaje por carretera, un tímido y descolorido cartel se asoma señalando el acceso hacia la cooperativa. Conforme nos aproximamos a sus instalaciones, somos placenteramente interceptados por un nítido, potente -pero acogedor- aroma a café recién tostado. Prístina fragancia.
Nos detenemos para bajar del auto. Tras breves pasos nos topamos con la puerta de la planta desde donde un pequeño joven nos ausculta con acogedora interrogación. Nuestro chofer Miguel le saluda comentándole el motivo de nuestra visita. Raudo y sonriente se presenta. Elguer es su nombre. Finalizada la breve ceremonia social, nos invita a conocer el fruto de su trabajo: el arte de producir un café de excepción.

De cosecha, selección y logística.

Primera parada: la planta de secado. Elguer nos comenta que la cooperativa cultiva la variedad de café “Arábica" (3) cuya temporada de cosecha oscila entre los meses de abril a diciembre. Añade que luego de ser cosechado manualmente -y lavado- es posteriormente distribuido de manera uniforme en el piso para su secado. Mientras camina por el patio, orgullosamente aclara que su café es 100% orgánico dejando entrever el aprecio que manifiesta por su producto. El sol arrecia inclemente y -tras recoger algunos granos del piso- precisa lo importante que es el proceso de extracción de humedad subrayando que el objetivo es evitar la proliferación de hongos y/o insectos que puedan minar o alterar los aceites esenciales contenidos en el diminuto insumo. Sin duda un proceso clave.
Tras subir un par de escaleras damos con una gran máquina trilladora de color azul, encargada de mantener rotando a los granos (discriminando -vía tamizado- a aquellos que no cumplan con la talla oficial). Posteriormente, Elguer nos traslada a la zona de selección, pesado y apilado. Comenta que, una vez determinada la humedad y calidad del café (por medio de una máquina especial que les fuera donada por un organismo de cooperación internacional) éste es colocado en sacos de yute (de 50 kg.) los cuales son posteriormente etiquetados -según su clasificación cualitativa(4)- para ser apilados antes de ser embarcados en un colorido camión con destino a Lima.

Entre la sabiduría ancestral y el conocimiento técnico: magia pura en taza.

Pasados unos cincuenta minutos nuestro anfitrión nos invita a realizar una cata de café. Entusiasmados nos dirigimos hacia una habitación equipada con una pequeña máquina trilladora, una moledora, un hervidor eléctrico y una moderna tostadora flanqueada por blancas tazas, metálicas cucharas y ordenados recipientes conteniendo estandarizadas porciones de café en grano. Tras encender el hervidor, moler y tostar algunas muestras nos cuenta como le fue inculcada la técnica de selección y clasificación. Explica que fue gente de USAIDD(5) y de JICA(6) (así como de varios técnicos de la UNALM(7) y personal del MINAG(8) quienes capacitaron a varios agricultores en como mejorar sus procesos productivos, como identificar la calidad del café, como crear valor agregado a sus productos y como construir redes logísticas desde la finca hasta el cliente final. Confesó muy a gusto que en su caso “(…) fui el segundo en un concurso de cata que se organizó en Lima y hasta me dieron mi certificado de catador oficial con el cual ahora puedo trabajar y capacitar a otros (…)”. Alternando tan grata degustación con una amena conversación caímos en cuenta de cuan grande puede ser el poder de la sabiduría indígena cuando ésta es enriquecida con conocimiento técnico, logrando así  cambiar el destino de muchos pobladores (quienes años atrás sólo se dedicaban a abastecer de insulsas hojas de coca a ambiciosos procesadores). Educación es desarrollo.

Emprendimiento, inclusión y la ruta hacia una economía sostenible

El precio internacional del café se ha disparado a US$ 2.25 por libra(9). Si consideramos el hecho de que el café orgánico posee una mayor cotización, claramente el Perú mantiene una enorme ventaja(10).
Ciertamente el caso de “Oro Verde” es una constatación de la puesta en valor de iniciativas de emprendimiento rural y de cómo comunidades alejadas pueden también beneficiarse de las ventajas de un mercado y de un comercio justo. Es más, el efecto multiplicador ha permitido la adhesión de más de 1,200 familias que en la actualidad participan activamente en la producción de café en dicha cooperativa. Es necesario resaltar que de este producto han surgido otros “conceptos paraguas” tales como una cafetería propia, un restaurante y hasta un hotel, ¡todos ellos girando en torno al café! Así mismo, sus esfuerzos se han visto recompensados a través de diversos reconocimientos y certificaciones internacionales como Fairtrade, Biolatina o USDA Organic por citar algunos. Y es que el desafío para un país multiétnico como el Perú es justamente fomentar la participación de comunidades campesinas en prácticas productivas limpias y sostenibles, en emprendimientos e iniciativas socialmente responsables que aprovechen el tremendo potencial de nuestro capital verde, de nuestro “Oro Verde”: ¡inclusión social con sabor a desarrollo sostenible!


[1] Ciudad ubicada a 44 km de Tarapoto en plena Selva Alta peruana (1,200 msnm). De clima lluvioso y húmedo, se caracteriza por poseer una población quechua hablante en pleno corazón de la Amazonía, compuesta por descendientes de la etnia Chanca-Lamista (cuyos ancestros migraron con la expansión del Tahuantinsuyo y posteriormente decidieron rebelarse contra los Incas). Ver www.lamasperu.com
[3] De grano alargado con un surco sinuoso los cafés Arábica son muy perfumados, dulces, plenos, ligeramente ácidos y a menudo achocolatados, con una crema color avellana claro tendente al rojizo y un agradable toque amargo.
[4] Clasificación: Convencional (consumo local); clase “A” (de calidad); clase “AA” (selecto); clasificación “AAA” (café Premium, de limitada producción destinado exclusivamente a la  exportación).
[5] Siglas en inglés para la Agencia Internacional para el Desarrollo del gobierno de los Estados Unidos de América con sede en el Perú. (www.usaid.gov/pe/)
[6] Siglas en inglés para la Agencia de Cooperación Internacional del Japón ( www.jica.go.jp/peru/espanol/)
[7] Universidad Agraria de La Molina (www.lamolina.edu.pe)
[8] Ministerio de Agricultura (www.minag.gob.pe)
[9] Fuente: Organización Internacional del Café (ICO para sus siglas en inglés) Ver: www.ico.org
[10] Según la Junta Nacional del Café, el Perú es el primer exportador de café orgánico en el mundo y sus principales compradores son Alemania (41,44%), Bélgica (16,61%)  y Holanda (7,18%). Fuente: www.juntadelcafe.org.pe

http://www.chefandhotel.cl/images/Revista48.pdf

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