lunes, 30 de abril de 2012

Turismo y Competitividad en la Región Andina: analizando el reporte WEF 2011-2012

Por: Sandor G. Lukacs de Pereny

El mundo de los negocios se caracteriza por una constante pugna por el liderazgo existente entre empresas y organizaciones. Asimismo, el turismo (agencias de viaje, hoteles y restaurantes, entre otros) es hoy por hoy una de las industrias más complejas y variables. Los ataques terroristas de 2001 al World Trade Center demostraron cuán frágil es el sector reflejado en indicadores precisos referidos al cambio de hábitos y de comportamiento de los consumidores. Por su parte, América Latina también se vio afectada por el abrupto descenso de viajeros foráneos (provenientes en su mayoría de Norteamérica y Europa). Cabe recalcar que según la Organización Mundial del Turismo (UNWTO, por sus siglas en inglés), entre 2001 y 2003 el sector retrocedió un 48%. Sin embargo, y pese a que muchos emprendimientos del giro sucumbieron, un efecto de repotenciación y fortalecimiento de la oferta turística permitió la subsistencia y reposicionamiento de las más innovadoras, populares y demandadas propuestas. Sin duda,  hablamos de competitividad.
En tal sentido, la presente entrega tiene por objetivo abordar la actual situación de la competitividad turística de la región andina (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú) para lo cual emplearemos como fuente al más reciente informe emitido por el Foro Económico Mundial[1] (WEF, por sus siglas en inglés) para sustentar y argumentar cada uno de nuestros enfoques.

El Foro Económico Mundial: ¿midiendo competitividad?
El informe que elabora el WEF anualmente es un  indicador cuantitativo-cualitativo que emplea una metodología de investigación basada en la extrapolación de cifras micro y macroeconómicas disponibles de los 142 países del mundo, además de utilizar data relacionada a estadísticas sobre el nivel de educación, de salud, de poder adquisitivo e incluso de capacidad tecnológica e innovación de cada país, todo ello complementado con encuestas y entrevistas a ejecutivos del sector y tomadores de decisiones del sector privado (banca, minería, agroindustria, turismo, comercio, etc.) como funcionarios y gerentes de empresas y corporaciones respectivamente. Con toda la información recabada, se efectúa luego una evaluación y consecuente ponderación de los elementos recogidos para finalmente “rankear” decrecientemente  a los países en base a su gestión y desempeño como unidades competitivas integrales.

“Los Andinos”: una región de economías del turismo
La región andina es un enorme espacio geográfico surcado por la gran Cordillera de los Andes en el cual confluyen la historia, multiplicidad de climas, rica cultura y variada gastronomía. Son justamente estos factores los que han hecho de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú destinos  con hermanas similitudes pero diferenciadas identidades. Somos una auténtica región turística y ello se ve sustentado en el peso económico de dicha actividad en cada una de nuestras economías. Pero antes de profundizar en el tema, primero echemos un vistazo al siguiente cuadro.

En términos de población, Colombia equipara a Bolivia, Chile y Ecuador combinados en número de habitantes. Por su parte, Chile encabeza la lista andina en materia de PBI per cápita superando los valores mixtos de Perú y Colombia. Ahora revisemos la evolución de los rankings de nuestros países de 2009-2010 a 2011-2012.
Apreciamos una mejoría en Bolivia (+13), Perú (+11) y Ecuador (+4) mientras que Chile (-1) y Colombia (=) presentan un leve estancamiento. Esta clasificación permite comprender como es percibida nuestra competitividad y cuales son los aspectos que la constituyen. Precisamente,  los criterios de clasificación se desprenden de los elementos detallados en el siguiente gráfico:
En cuanto a infraestructura se refiere, notamos que Ecuador y Bolivia son los más febles en este punto. El sector turismo depende directamente de aeropuertos, carreteras, puentes, túneles, puertos, entre otros, para poder crecer y desarrollarse. Probablemente el aspecto geográfico permite que Chile lidere el grupo con una ubicación a media tabla. En cuanto al sector público (instituciones), Chile emerge como el más confiable mientras que Ecuador se ubica en último lugar. Las instituciones son fundamentales pues son las que deben generan confianza y estabilidad en los inversionistas. En tal sentido, el turismo, al ser una actividad sensible y de comprobada volatilidad, necesita de instituciones serias que fomenten la llegada de capitales frescos y de rápida conversión (como en el caso de los hoteles, franquicias de restaurantes, resorts, etc.). Por otro lado, en el plano de salud y educación, Perú y Bolivia obtienen clasificaciones bajas las cuales pueden encontrar su explicación en la gran población indígena y nativa que ambas naciones poseen y la cual –lamentablemente- concentra el grueso de pobreza en ambas naciones. Empero, si a futuro se desea construir un turismo descentralizado e inclusivo, decididamente se deberá invertir en mejorar la  calidad y sobre todo el acceso a la salud y a la educación. Debemos tener en cuenta que muchos de los atractivos turísticos de nuestros países se hayan en zonas rurales (Machu Picchu, Isla de Pascua, Tiwanaku, entre otras). Ahora, revisemos el siguiente gráfico.
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Los reforzadores de eficiencia son aquellos elementos que en su conjunto fortalecen la estructura competitiva de un país. Por ello, cuanto más céntrica la ubicación dentro del gráfico (en relación a cada criterio) más competitivo se es. Así pues notamos que Chile y Perú lideran el grupo mientras que Ecuador y Bolivia están últimos. Cabe señalar que existe una muy baja preparación tecnológica en la región lo cual dificulta muchas veces la incorporación de sistemas y servicios turísticos dado que no hay un conocimiento previo al respecto. De igual manera, persiste la baja calidad del recurso humano expresado en pobre preparación escolar. Ahora bien, se podría argumentar que el sector turismo no requiere tanta mano de obra calificada sin embargo está demostrado que, cuanto más calificado el personal, mayor será el valor agregado de la experiencia del viajero traduciéndose ello en divisas y competitividad. México es el mayor ejemplo de cómo una capacitación turística (como política integral de Estado) pudo, en la década de los ochenta, capacitar a su personal (técnico y bilingüe) con los resultados económicos que lograron que el país de los aztecas sea una potencia turística mundial. En materia de educación universitaria -vinculándola al turismo- pueda que el Perú sea el mayor impulsor de estas carreras con, por ejemplo, más de 100,000 estudiantes estudiando gastronomía y arte culinario a nivel nacional y 5 universidades que otorgan títulos universitarios en administración hotelera, turismo y gestión de restaurantes. Finalmente, el futuro turístico de nuestros países recaerá en la calidad del recurso humano e infraestructura de los que disponga el sector. La región andina es un diamante en bruto que aún requiere ser pulido y trabajado. Recordemos que competitividad es inversión, innovación y educación. Labor lætitia nostra.


http://www.chefandhotel.cl/images/Revista57.pdf


[1] The Global Competitiveness Report 2011-2012, World Economic Forum (WEF), Ginebra, 2012 (Nota: los cuadros y gráficos presentados han sido elaborados en su totalidad por el autor del artículo tomando como base de datos al mencionado documento).

Gastronomía y Medio Ambiente

El giro de alimentos y bebidas en el Perú ha manifestado una explosiva y sostenida evolución en todas sus variantes con fusionadas propuestas gastronómicas en exclusivos restaurantes, tradicionales huariques con criollos potajes, hasta innovadoras “combis salchipaperas” Un abanico culinario nacional que se ha desarrollado de manera sorprendente con tendencia hacia un garantizado aumento. Democracia al plato.
Del mismo modo, este crecimiento ha sido muy beneficioso en cuanto a generación de empleo se refiere, puesto que ha surgido una fuerte necesidad por mayor mano de obra disponible: mozos y personal de servicio, cocineros y administradores hasta expertos en logística y profesionales en temas sanidad alimentaria. Es indudable que el incremento de las alternativas culinarias ha forjado un gran mercado de consumo dotado de un amplio espectro de operaciones como el catering para líneas aéreas, la producción masiva y estandarizada de comida para hospitales, clínicas, colegios, y destacamentos militares, pero además destacamos una producción de alimentos en ambientes restringidos como los cruceros y otros similares emplazados en sitios remotos como la restauración colectiva de campamentos petroleros, gasíferos, mineros y agrícolas; todas ellas, operaciones que van de la mano del auge económico que vive nuestro país.
Sin embargo, el enfoque que debemos darle a esta preciosa e inclusiva actividad debe ahora apuntar hacia cómo garantizar su perpetuidad, es decir, que este boom gastronómico no sólo sea una moda pasajera, sino que logre prosperar hacia una ruta sostenible. Hoy en día tenemos nuevas ofertas para nuevos hábitos alimenticios caracterizados por rangos presupuestarios diversos. No obstante, también han aumentado el precio de los alimentos, la escasez de agua y lo más triste y peligroso aún: la depredación de nuestros recursos por sobre explotación. En tal sentido, tanto los profesionales involucrados en este sector como las autoridades, pero especialmente los consumidores, debemos entender qué aspectos adicionales podrían minar este futuro gastronómico peruano.  Detallamos algunos como los desechos que generamos en la cadena de producción de alimentos sumado a las malas prácticas de acondicionamiento y manipulación (y un consecuente desperdicio), el no respeto a las vedas así como la usurpación de espacios naturales serán -entre otros- elementos cruciales a considerar si deseamos que esta industria del sabor alcance la tan anhelada conquista de mercados. Nos urge desarrollar estrategias sostenibles de expansión. Nosotros, los profesionales de alimentos y bebidas, debemos propiciar un cambio de mentalidad en nuestros consumidores a través de propuestas que sean tan deliciosas como responsables. Para ello la educación, de la mano con una adecuada difusión, resultarán ser nuestras mejores herramientas. Dotemos a nuestra creatividad de una cuota de sostenibilidad. Es tarea de todos.


http://www.usil.edu.pe/repositorioaps/0/9/jer/BOLETIN_2012/boletin2012.html